
 Santa importante en la historia de la devoción al Sagrado Corazón.
Jesús a Sta. Gertrudis: “Nada
me da tanta delicia como el corazón del hombre, del cual muchas veces
soy privado. Yo tengo todas las cosas en abundancia, sin embargo, cuanto
se me priva del amor del corazón del hombre”
Santa Gertrudis, le preguntó a San Juan porque,
habiendo reposado su cabeza en el pecho de Jesús durante la última
cena, no había escrito nada para nuestra instrucción, sobre las
profundidades y movimientos del Sagrado Corazón de Jesús. San Juan le
respondió: “Mi ministerio en ese tiempo en que la Iglesia se formaba
consistía en hablar únicamente sobre la Palabra del Verbo
Encarnado...... pero en los últimos tiempos, se les está reservado la
gracia de oír la voz elocuente del Corazón de Jesús. A esta voz, el
mundo, debilitado en el amor a Dios, se renovará, se levantará de su
letargo y una vez más, será inflamado en la llama del amor divino”
Oración de Sta. Gertrudis
"Por tu Corazón herido, querido Señor, traspasa el mio tan profundamente con el dardo de Tu amor, que ya no pueda mas contener cosas terrenas sino que sea gobernado tan solo por la acción de Tu divino amor."
Oración para las almas del purgatorio Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas animas del purgatorio por todos los pecadores del mundo. Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia. Amen. El Señor le dijo a Sta. Gertrudis que cada vez que rezara esta oración, pudiese librar 1000 almas del purgatorio. |
Santa Gertrudis la Grande
(+1301)
Fiesta 16 de Noviembre
Religiosa de clausura, virgen, vidente del Sagrado Corazón,
-SCTJM
Santa Gertrudis la Grande (1256-1301(2)). Religiosa benedictina
alemana, de gran cultura filosófica y literaria, que destacó por su don
de contemplación. Una de los primeros apóstoles del Sagrado Corazón de
Jesús.
Del su libro de las Insinuaciones de la divina piedad: Tuviste sobre mí designios de paz y no de aflicción
Nació el 6 de enero de 1256 en Eisleben (Turingia). A los cinco años de edad, fue enviada a estudiar al monasterio benedictino de Helfta donde su maestra, Santa Matilde,
era su hermana de sangre y abadesa. Las dos santas eran muy unidas en
el amor al Señor. Gertrudis era muy atractiva e inteligente. Con
el tiempo tomó el hábito en el mismo convento. Era amiga de Santa Mechtilde of Hackeborn +1298, quien era de la misma comunidad y también tenía una especial devoción al Corazón de Jesús.
Aun antes que Nuestro Señor se apareciera a Santa Margarita María, Santa Gertrudis la Grande tuvo una experiencia mística del Sagrado Corazón de Jesús.
Santa
Gertrudis se adelantó a su tiempo en ciertos puntos, como la comunión
frecuente, la devoción a San José y la devoción al Sagrado Corazón. Con
frecuencia hablaba del Sagrado Corazón con Santa Matilde y se cuenta que
en dos visiones diferentes reclino la cabeza sobre el pecho del Señor y
oyó los latidos de su corazón.
Muri'o el 17 de Noviembre del 1301
Se
discute si Santa Gertrudis fue benedictina o cisterciense ya que ambas
órdenes reclaman la pertenencia de su convento en aquella época y ambas
veneran a Santa Gertrudis.
Revelaciones de Santa Gertrudis
Alrededor
de sus veintiséis años, Santa Gertrudis tuvo la primera de sus
revelaciones. Cuando iba a acostarse, le pareció ver al Señor en forma
de joven.
"Aunque sabía yo
que me hallaba en el dormitorio, me parecía que me encontraba en el
rincón del coro donde solía hacer mis tibias oraciones y oí estas
palabras `yo te salvaré y te libraré. No Temas.` Cuando el Señor dijo
esto, extendió su mano fina y delicada hasta tocar la mía, como para
confirmar su promesa y prosiguió: `Has mordido el polvo con mis enemigos
y has tratado de extraer miel de las espinas. Vuélvete ahora a Mí, y
mis delicias divinas serán para ti como vino.`" Entonces se interpuso un
seto de espinos entre los dos. Pero Gertrudis se sintió como arrebatada
por los aires y se encontró al lado del Señor: "Entonces vi en la mano
que poco antes se me había dado como prenda, las joyas radiantes que
anularon la pena de muerte que se cernía sobre nosotros."
Tal
fue la experiencia de Gertrudis que podría llamarse su "conversión", a
pesar de que se trataba del alma más pura e inocente. A partir de
entonces, se entregó con plena conciencia y toda deliberación a la
conquista de la perfección y de la unión con Dios. Hasta entonces, los
estudios profanos habían sido sus delicias; en adelante, se dedicó a
estudiar la Biblia y los escritos de los Padres, sobre todo de San
Agustín y de San Bernardo, quien había muerto no hacía mucho tiempo. En
otras palabras, del estudio de la gramática pasó al de la teología"; y
sus escritos muestran claramente la influencia de la liturgia y de sus
lecturas privadas.
Comentarios sobre la muerte
Exteriormente,
la vida de Santa Gertrudis fue como la de tantas otras contemplativas,
es decir, poco pintoresca. Sabemos que solía copiar pasajes de la
Sagrada Escritura y componer pequeños comentarios para sus hermanas en
religión, y que se distinguía por su caridad para con los difuntos y por
su libertad de espíritu. El mejor ejemplo de esto último es su reacción
ante las muertes súbitas e inesperadas. "Deseo con toda el alma tener
el consuelo de recibir los últimos sacramentos, que dan la salud; sin
embargo, la mejor preparación para la muerte es tener presente que Dios
escoge la hora. Estoy absolutamente cierta de que, ya sea que tenga una
muerte súbita o prevista, no me faltará la misericordia del Señor, sin
la cual no podría salvarme en ninguno de los dos casos."
Continúa la presencia del Señor y las revelaciones
Después
de la primera revelación, Gertrudis siguió viendo al Señor
"veladamente", a la hora de la comunión, hasta la víspera de la
Anunciación. Ese día, el Señor la visitó en la capilla durante los
oficios de la mañana y, "desde entonces, me concedió un conocimiento más
claro de El, de suerte que empecé a corregirme de mis faltas mucho más
por la dulzura de Su amor que por temor de su justa cólera". Los cinco
libros del "Heraldo de la a bondad de Dios" (Comúnmente llamados
"Revelaciones de Santa Gertrudis"), de los que la santa sólo escribió el
segundo, contienen una serie de visiones, comunicaciones y experiencias
místicas, que han sido ratificadas por muchos místicos y teólogos
distinguidos.
La santa habla
de un rayo de luz, como una flecha, que procedía de la herida del
costado de un crucifijo. Cuenta también que su alma, derretida como la
cera, se aplicó al pecho del Señor como para recibir la impresión de un
sello y alude a un matrimonio espiritual en que su alma fue como
absorbida por el corazón de Jesús. Pero "la adversidad es el anillo
espiritual que sella los esponsales con Dios".
Recuesta la cabeza en el costado de Jesús
En
la fiesta de San Juan Evangelista, Santa Gertrudis tuvo una visión de
Nuestro Señor, quién le permitió descansar su cabeza en la Llaga de Su
costado. Al escuchar el palpitar de Su Corazón, ella se tornó
hacia San Juan, quién estaba también presente. Le preguntó si había
escuchado lo mismo en la Ultima Cena, cuando se reclinó sobre el pecho
del Señor y de haberlo escuchado, por qué no lo relató en su Evangelio.
San Juan contestó que la revelación del Sagrado Corazón de Jesús estaba
reservada para tiempos posteriores cuando el mundo, aumentando en
frialdad, necesitaría ser reavivado en el amor.
Escritos
A la santa se le atribuyen cinco libros que componen el "Heraldo de la amorosa bondad de Dios" (Comúnmente llamados "Revelaciones de Santa Gertrudis").
El primero fue escrito por amigos íntimos de la santa después de su
muerte, el segundo fue escrito por la santa y los restantes fueron
compuestos bajo su dirección.
Sus
escritos relatan visiones, comunicaciones y experiencias
místicas. Habla de un rayo de luz, como una flecha, que procedía
de la herida del costado de un crucifijo. Cuenta también que su alma,
derretida como la cera, se aplicó al pecho del Señor como para recibir
la impresión de un sello y alude a un matrimonio espiritual en el que su
alma fue como absorbida por el corazón de Jesús. Enseña al mismo tiempo
que "la adversidad es le anillo espiritual que sella los esponsales con
Dios".
Se le atribuyen además ciertas oraciones del siglo XVII aunque no son de ella.
Final
Santa
Gertrudis sufrió diez años de penosas enfermedades y murió el 17 de
Noviembre de 1301 o 1302. Tenía alrededor de los cuarenta y cinco años.
Ni
Santa Gertrudis ni su hermana fueron canonizadas formalmente, pero
Inocencio XI introdujo el nombre de Gertrudis en el Martirologio Romano
en 1677. Clemente XII ordenó que se celebrase su fiesta en toda
la Iglesia de occidente.
Esta página es obra de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.
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